domingo, 8 de septiembre de 2013

De las gafas de pasta a las camisetas negras (Kutxa Kultur fest 2.0)

Teníamos una enorme curiosidad por adentrarnos en eso que llaman hipsterismo ñoñostiarra. No es que seamos sociólog@s, pero para juzgar un "movimiento" hay que tener más información de la que una impresión, o una serie de exageraciones, pueden darnos.

Objetivamente, nosotr@s mism@s hemos sido tildados de rar@s, muchas veces, o nos hemos sentido diferentes cuando nos han comparado con determinadas "vertientes de moda". Ayer, antes de subir a Igeldo, compartimos mesa con gente que, como nosotr@s (o vosotr@s que nos leéis), tienen un rasgo diferenciador llamado curiosidad que hace que empaticemos con personas movidas por esas mismas inquietudes. Por eso, más que un movimiento, tenemos la sensación de que el gafapastismo de Donosti es la rutina necesaria que un conversador requiere cuando encuentra a 3, 4 ó 50 personas que tienen la oportunidad de hacer de esa rareza un tema de coloquio.

Buscando similitudes con ell@s, a nosotr@s nos han metido en un sinfín de sacos, aunque nunca nos ha gustado pertenecer a ningún grupo. Si acaso, tuvimos una época en la que influidos por nuestra pasión por Nirvana nos creímos Grunges, pero ni vivimos en Seatle, ni creímos en la negatividad como medio de existencia, ni nos sometimos al listado de gustos establecidos que siempre imponen los precursores interesados de las  ideas por extender.

Quizá por eso entendemos que generalizar no es justo. Y que igual que hubo grunges exagerados o punkies sin cabeza, hay modernos que, aunque lleven Vans y gafas de pasta, son individuos lo suficientemente inteligentes para llegar a su casa y diferenciarse de lo que otr@s suponen de lo que, simplemente, han observado.

El inciso nos viene bien, lo primero, para justificarnos por no haber visto los primeros conciertos del sábado y hubiéramos sido gilipollas si estando en Donosti no hubiéramos disfrutado sus artes culinarias; y lo segundo, porque guiados por la nostalgia nos volvimos a sentir un poco Grunges por un día.

Quizá sea porque no estamos acostumbrados a ir a festivales sin sol, o puede que esa falta de calor hiciera que la primera impresión que tuvimos al llegar a Igeldo, fuera que la masa había cambiado el amarillo de los chubasqueros del viernes por los jerseys y las cazadoras de entretiempo negras. El caso es que l@s asistentes al Kutxa Kultur Festibala no tropezaron dos veces con la misma piedra; y aunque el hombre del tiempo nunca acierta, a veces, hay que prevenir calotes subiendo con los deberes "antifrío" hechos de casa.

Lo cierto es que, como hace 10 o 15 años, hoy más que agujetas por botar, tenemos dolores de cuello derivados de ese baile basado en asentir cada acorde y molestias en la parte trasera de la rodilla por seguir con el piececillo el ritmo que marcan las guitarras distorsionadas.

Da gusto ver una prueba de sonido, de las de antes, en la que no todo se limite a ese punto de encuentro estandarizado de un bombo exageradamente alto, un bajo reverberante y sintes que se comen a la guitarra y a la voz. Dought Marsch representó a la vieja escuela con 10 minutos de clase magistral de: "sube esta guitarra", "baja la otra" y "no rechistes porque llevo más de 20años en esto y sé lo que me digo".

A los de Idaho les costó entrar en calor, pero cuando coordinaron los sonidos de sus tres guitarras con los bombazos que salían disparados de la batería retrocedimos a esos años noventa en los que nos criamos (musicalmente hablando) y empezamos a entrar en esa atmósfera Dinosaur Jr que hizo que la lluvia se secara. Las converses, que much@s sacaron del fondo del zapatero, volvieron a ser nuestras zapatillas de baile  y las chupas de cuero se fueron abriendo dejando que las camisetas de Nirvana, Joy division, Sonic Youth empezaran a asomar por detrás de las cremalleras bajadas.

Los tragos de country distorsionado de garage se nos fueron subiendo a la cabeza y con "Stab", "traces" o el ritmo inimitable y desgarbado del señor Martsch tocando su guitarra, se dibujaron en nuestras caras esas arrugas que sólo afloran cuando sonríes demasiado. Para nosotros "Carry the zero" fue un himno reencontrado que nos devolvió la esencia de aquellos conciertos en los que olía a porro y en los que, como la gente no sabía bailar, buscabamos el beneplácito de alrededor con peleas figuradas de movimientos arrítmicos. Para culminar el éxtasis, la primera versión de Neil Young de la tarde/Noche acabó por quitarnos años del carné. Y "car" nos confirmó que, definitivamente, nuestros gustos musicales han cambiado y preferimos el aire nostálgico del underground suave a esos ritmos que tantas veces nos han erizado el vello.



Hubiéramos ido a ver a UK Bill, pero necesitábamos un respiro y, por fin, un simpático camarero nos indicó donde estaba el teatro escondido. Por lo que, siguiendo la recomendación del guitarrista más calladito de Built to spill, nos dispusimos a ver a Disco Doom; decimos ver, porque algunos maleducados decidieron tener sus conversaciones superfluas alrededor de los bafles, con poca potencia, que los suizos habían colocado. Hecho que hizo que resultara imposible escuchar el par de temas que tocó Tristán Crowley... por éso , enfadad@s, nos fuimos a comernos un taco a la zona de comidas, mientras los Dover acababan de montar su escenario.

Somos tan "viej@s", que vivimos la época en la que los madrileños eran el sumun de la música alternativa del país. Y por suerte, no estamos contaminados por esas habladurías que dicen que Cristina no tiene voz, ó que los Dover son unos vendidos, etc. Para nosotros, el "devil came to me" fue el Nevermind en español. Ese disco nos suministró una parte de energía que mantuvo nuestra creencia de que a veces en tu barrio se hace mejor música de la que te venden en la radio o en las listas de discos más vendidos del mundo. Así que cuando hablamos de Dover, preferimos olvidar sus coqueteos con la música bailable ("evolución" por otra parte, comprensible) y quedarnos con ese enamoramiento platónico que tuvimos la primera vez que vimos esa sonrisa de placer que, todavía hoy, conserva Amparo Llanos cada vez que suena "Serenade" "Loli Jackson", "La monja mellada" y todos esos temones que forman parte de nuestra particular y selectiva memoria nostálgica.



Nos sobraron unas cuantas clases de historia entre canción y canción, pero bueno... todo no se puede. Además, mientras se consumaba el enésimo desastre de la aspiración olímpica de Madrid, nos fuimos a ver el final del concierto de Napoka Iria.

Para recibirnos, los guipuzcoanos hicieron una original versión del "Devil Came to me" y después nos enteramos de que en breve presentarán nuevo disco. Si suena la mitad de bien que el intimísimo concierto que dieron en Igeldo, invertir en tenerlo será una mejor idea que aspirar a organizar unas olimpiadas cuando no eres capaz de poner en orden lo que tienes alrededor.

Nos sorprendió que no tuvieran tiempo para bises, pero lo entendimos cuando el multiinstrumentista de Bobby Bare jr salió, con sus pantalones militares y su gorra tipical american, armado con unos teclados y un bass sinte a ofrecernos el comienzo de espectáculo, de escenario pequeño, más fastuoso que nos han ofrecido en meses. Sabéis que somos unos admiradores de Manzarek y de ese punto que le daba a los doors con sus bajos de hammond. Pues en Tenesse tiene otro admirador que ha sabido reinventar su fórmula en un grupo que parece recién salido de una carabana aparcada en las afueras de Memphis.

Como bien dijo (irónicamnete) Bobby Bare Jr: "si estabais mal, nosotros hemos venido aquí a que estéis un poco peor"  y lo cierto es que nos sentimos fatal porque no sabemos como hemos podido dejar pasar, durante tantos años, un grupo con tanto talento.

Los del sudoeste de Estados Unidos hacen de lo añejo un sabor electrificante que solo masticar psicodelia, distorsión y ritmos de batería bien seleccionados, pueden dar. Fue un placer encontrar un punteo de guitarra perdido en las teclas de un piano, la BSO de Supermán en mitad de un reef o la locura trasladándose de los caretos del pianista a las escalas de su arma descargando bombas de puro rock & roll a la voz rasgada que el estereotipo de gordo americano iba recitando desde el otro lado del escenario. Lástima que no hubiera merchandasing para comprar su disco, ni que  Internet (con todo lo que nos ofrece), no nos sepa decir quien es el talentoso barbudo que acompañaba al sr Bare. Pero, para l@s poc@s que nos acercamos al escenario pequeño, fue, sin duda el descubrimiento del festival. Y más si te cierran el bolo con una magistral versión de "War of man", para demostrar que va siendo hora de reconocer que Neil Young, aunque no haya dejado un cadaver joven, es uno de los 10mejores músicos que ha dado la historia.

Y para finalizar dos días maravillosos, el festival se cerró con otro de nuestros grupos fetiches: Dinosaur Jr. Objetividad al margen, J Mascis es uno de los mejores guitarristas que ha pisado el mundo; no sabemos si fue él quien inventó ese característico sonido distorsionado que impregna todas las canciones del grupo de Masachusets, pero esos punteos melódicos son un suculento banquete en mitad de las virguerías que sus acompañantes, al bajo y a la batería,  van haciendo durante todo el concierto. Al fin y al cabo, el "you're living all over me" es una de las joyas más preciadas de ese hangár de tesoros en los que Sonic Youth, Nirvana, o los Pixies siempre tuvieron un lugar privilegiado. Con "Litle fury things" o "In a jar" de fondo, hemos saltado sobre más de una cama, así que escucharlas en directo fue un éxtasis que hace que aplaudamos el selecto gusto de la organización y que deseemos una larga, próspera y menos lluviosa vida a este festival.



El año que viene volveremos y veremos si la sociología, la música y los hermosos paisajes de Igeldo siguen despertando esta vena poética gafapastera que se nos pone cuando nos reencontramos con nuestro yo pasado.









13 comentarios:

  1. Al ffesti lo unico q le ha faltado es comunicacion. un twiter, face....... no hubiera estadode mas

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  2. * Napoka Iria son de Eibar/Elgoibar= Guipúzcoa

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  3. Una carpa, más buses, mejor organización... . Todavía le faltan cosillas que mejorar a este festi demasiado POSTUREO ñoñostiarra que realmente es.

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  4. Yo me fui con mi novio en la mitad de la actuación de Dover, mi gata maúlla más alto que la cantante; las guitarras se oían muy por encima de su hilillo de voz. Una gran decepción un directo de Dover (que ya me habían advertido, pero quería ratificarlo por mí misma).

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    1. Totalmente de acuerdo, lo del desprecio por la voz en este festival ha sido habitual.

      Carles

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  5. Quitando Dinosaur jr el sonido fué malísimo en general A ver si nos lo curramos más que es penoso ver como algunas bandas sonaban sin fuerza, el bombo altísimo, el bajo tambien, nada de guitarras ni voz...

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  6. Cuanto técnico de sonido hay en Ñoñosti!

    En fin, escribir de forma anónima en Internet es muy fácil. Sonorizar a bandas variopintas en un festi callejero no tanto...

    Me voy con mi novio.

    Salud!

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  7. Hola!!!
    Lo primero, nosotr@s no tenemos nada que ver con el festival...
    Sabemos que siempre hay cosas que mejorar, que en este caso, por ejemplo, llevan 2años (nada más) organizándolo y que, seguramente, en ediciones posteriores los problemas, (muchos provocados por el mal tiempo) que nos hayamos podido encontrar ,serán subsanados.
    Ñoñostiarras o no, sabemos lo que cuesta organizar un festival, todos los pequeños detalles que hay que cerrar, las atenciones constantes que hay que ponerle, los quebraderos de cabeza que provoca y es evidente que nunca llueve a gusto de tod@s, pero como sabemos que las críticas, inevitablemente, siempre acaban aflorando, preferimos centrarnos en lo que nos ha gustado y utilizar la crítica positivamente.
    Un Saludo.
    TS.

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  8. Para que no todo sean críticas yo, Ander (para el que dice lo del anonimato y no dice quien es) me lo pasé en grande. Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que se dicen en el post, la principal que han conseguido que por 15euros el día, nos divirtamos y recuperemos la diversión de los años 90.
    Y sí, la de dover canta fatal, el sonido puede ser mejor, ls gafapastas de donosti estaban por ahí jodiendo la marrana... pero hay mucho cenizo que, de vez en cuando, podía decir también llo bueno que ha habido, que a pesar de la luuvia ha sido mucho.

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  9. Nuestra crónica y fotos , vinimos desde Barcelona y Bilbao y nos encantó, la verdaad:

    http://www.underscore.es/detalle_concierto.php?id_conciertos=473

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  10. Yo encantada con este Festival tanto el año pasado como este...Marco incomparable , buena música , económico...La lluvia? Un buen chubasquero y unas buenas katiuskas...La verdad que es un Planazo... A tener en cuenta para próximas ediciones: un lugar habilitado de descanso.
    Enhorabuena por esta segunda edición!!
    Nos vemos en el 2014!!

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  11. Hola desde Madrid, yo solo fui el sábado y me encantó el festival. Me gustó mucho el cartel, el sitio era alucinante, y me pareció muy cómodo, ¡¡¡no crezcais más¡¡ qué gusto un festival sin masificaciones. La única pega es que las voces de los grupos casi no se oian, respeto a los técnicos de sonido y su trabajo pero las cosas son como son y las voces no se oian. Raúl.

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