13 aniversario del Badil.

Sábeis que en Teen Spirit somos adictos a los festivales veraniegos, que nos encanta meternos en estadios a ver bandas míticas... pero de vez en cuando, también, nos gusta sentir el aroma de los bares pequeños mezclándose con la frescura de las bandas emergentes. Y aprovechando que el Badil cumplía 13 años y que no somos capaces de resistirnos ni a la invitación de Pelos, ni al Ribera de Duero, decidimos pasarnos el fin de semana en Viana del Cega para ver a Syrah, la Linga y, claro, ir haciendo boca para los empachos navideños probando los maravillosos manjares de la provincia de Valladolid.

Tras corroborar el dicho que "del cerdo nos gustan hasta los andares" y dar buena cuenta de alguna botella de Tamaral y "lo culto", dos más que recomendables riberitas de duero, nos resguardamos del frío pucelano en el Badil, uno de esos bares pequeños que todavía mantienen la buena costumbre de dar la alternativa a esos grupos que buscan su oportunidad en las "catapultas" de los pequeños escenarios. En los tiempos que corren es complicado convencer al concejal de turno para que te dé permiso para hacer "ruido" o que algún vecino tiquismiquis no dé la lata cada vez que una nota suena más alta que la otra. Por éso es de agradecer que gente como "el pelos" se tome la molestia de buscar bandas, darles de comer y de beber, alojarlas... para que la música no muera. Y más porque el chico tiene buen gusto...

A las 23.30 saltó al escenario el primer grupo. Provenientes de Zarautz, Syrah nos ofreció un espectáculo acústico que nos dio la posibilidad de degustar la poesía que Jonn el cantante recitaba hecha canción al son que Nagore marcaba con un cajón flamenco tocado de una peculiar manera y mientras el pobre Patxi, el bajista, trataba de no perder el ritmo entre los bártulos del "grupo de la casa". Siendo sinceros, preferimos la versión "conectada" de los apátridas vascos. Pero sentimos una debilidad especial por la capacidad que tienen de decir lo que much@s pensamos y estamos deseando escuchar ese EP que tienen intención de grabar en breve y más si incluye temas como "el diluvio", la radical "el nieto del cartero" o el ardo pop (vino pop) de canciones como "ilusionante" (un canto al optimismo) o "Luciérnagas" (el despertador de una generación dormida). Nos quedamos a gusto, sobre todo cuando nos regalaron la maravillosa versión de "Space oditty".

Tras un pequeño descansito que aprovechamos para parlamentar con la gente del pueblo, saltaron al escenario los chicos de La Linga. Los habíamos visto en el Sonorama de hace dos años, y la verdad nos encanta esa mezcla de sonidos rockeros y toques ochenteros con letras sutiles y un relativo buen rollo meneando el mecanismo que mueve los dos pies izquierdos de la mayoría de los allí presentes. Particularmente nos hicimos fan´s de Faura (el guitarrista) y nos encantó la combinación de teclado y trompeta en canciones como "saco de cristal", "tengo un as", "Pan y circo"... destellos de ese último disco (canciones atraversadas) y dos versiones: una de Burning y otra de los Romeos que dieron continuidad al buen sabor de boca que los riberitas de la tarde nos habían dejado. Seguro que, en no mucho tiempo, volvemos a verlos en algún festival veraniego, o quien sabe: en algún gran estadio... mientras tanto, nos quedamos con la camiseta y la pua de Faura que nos llevamos de regalo.