jueves, 1 de agosto de 2013

Low cost (3.0... el final feliz)

Como no hay dos sin tres, nos propusimos cambiar el día del señor, por el día del Low Cost; 

El mar nos quedaba lejos, y nos quedamos en los aledaños del hotel rellenando el estómago con unas sardinitas antes de tumbarnos a la bartola en la piscina; Nos faltaba una buena piña colada con la que aderezar la tarde de sol y nos sobraban algunos adolescentes bullosos tocando los huevos, pero aunque los Love of lesbian se empeñen en promulgar lo contrario, es difícil combinar lo de Fantástico y mediterráneamente; al menos, no mientras los pesados no tengan un botón de off o, en su defecto, un regulador de volumen, para poder bajar el tono de sus gritos...

El caso es que, a pesar de todo, conseguimos relajarnos; y antes de que nos diera una insolación, nos vestimos con el propósito de aprovechar la última noche; La mitad del grupo ya había hecho las maletas por cuestiones laborales, así que tuvimos que disfrutar la last night en petit comité.

Llegamos al recinto justo a tiempo para merecernos un concierto de Zahara con una lucha de gigantes como aperitivo lesbiano. Y con olor a mandarinas disfrutamos de la mujer mayúscula almibarando este domingo que se antojaba tan astromántico con tanta chica pop y tanto chico fabuloso tratando de que el cansancio de los otros dos días no hicieran mella en nuestra animación.



Los fireworks de Polock ayudaron a que la fiesta no decayera.Y agradecimos que sus ritmos bailables nos ayudaran a dar la bienvenida a la sonrojada luna. Y a las mandarinas de Zahara se le unieron los unicornios que gritaban "nice to meet you" en plan versión moderna de la mítica canción de los Rolling stones. Lástima que el concierto fuera un "faster Love" de apenas una hora... tiempo suficiente para saludar a l@s nuev@s amigos de la noche anterior. Uno de ellos despidió al grupo con un sonoro "te quiero Papu" al que respondimos todos con una gran risotada de aprobación.



Los horarios solapados nos llevaron después a la enésima decisión; Y como hemos visto ya unas cuantas veces la imitación desfogada que los Glassvegas hacen de los Oasis y, como sabéis, nosotros preferimos el producto nacional; Nos quedamos en el escenario pequeño dualizando esa particular pasión que desde hace años tenemos por la música de Luis Alberto Segura. Así que parafraseando a Loquillo: siempre quisimos (ir) a L.A, ó más bien, L.A vino a visitarnos a nosotros; Y aunque nos hubiera molado reencontrarnos con Richard Swift y muchos esperaban esa dulce versión de Chris Isaak que, a veces, nos regalan los mallorquines, nos "conformamos" con degustar cada hit, gozar con cada acorde distorsionado de esos riffs de guitarra cada vez (por desgracia) menos comunes y debatiendo sobre si algo tan fresco puede resultar, a su vez, tan añejo; El "Oh Why!" dio la razón a la elocuente arruga del rock y los parones en seco de "in the midle" le rebatieron antes de que el ambiente se pusiera un poco "Rebel" y el "dualice" vivido en directo nos acabara de poner los pelos de punta. Un concierto maravilloso con un speach sobre el incendio en Mallorca que evidenció que a los cantantes de este país les cuesta hacer frases sin utilizar el adjetivo "puta" (Gajes del oficio (o de los subidones del directo), suponemos); 



En prime time del domingo, se lo reservaron a Love of Lesbian; Los catalanes hicieron un parón en su gira de conciertos para saciar su hambre invisible de festivales en Benidorm. Los muy cabrones, han conseguido que, ahora, un concierto en mitad de 60 se nos quede corto, o que pensemos que no lo disfrutamos tanto como cuando les reservan un escenario para ellos solitos. El caso es que el sitio, o la situación, es lo de menos. Sabéis que somos poco objetivos al juzgarlos, y que importa menos, aún, las veces que los hayamos visto (unas 15 haciendo un cálculo rápido), porque, como los buenos amores, nos enamoran un poquito más cada día. Será que nos criamos con cuentos de monstruos y princesas, y nos gusta que alguien con esa voz tan de ultratumba nos recuerde que nos quedan unos cuantos días no vividos, un segundo asalto con el que tomarnos la revancha y sobre todo el positivismo de saber que cuando salgamos de esta, seguiremos bailando con nuestra particular pose de Bowie canciones de LOL 


Con tanta emoción, se nos olvidó que la voz espectacular de lisa con el fondo de sus Lips había empezado a sonar al otro lado de la salida del campo de Fútbol. Sabéis que no podemos evitar ser frikis y que todo lo que huele a los 70 nos magnetiza; Si los L.A rescataron los riffs, Lisa & the lips nos elevaron al maravilloso mundo del funkyrock con punteos y voces desgarradas; Debe ser el trauma de no haber podido ver vivos a Jimmy Hendrix y a Janis Joplin, o quizá sea que nos quedamos un poco con ganas de festival de Jazz de Donosti; el caso es que el poco tiempo que los pudimos ver  fue sublime; y más cuando vimos a una cuadrilla de chavales de despedida de soltero frustrados porque esperaban ver un espectáculo erótico de Lisa Lipps ...

Para poder captar la esencia del "heavenly" de Toy necesitabamos un poco de cerveza y comernos unos paliyakis (un poco de pasta oriental de esa que se come con palillos); Así que les dejamos calentar sobre el escenario, para, una vez recuperadas las fuerzas acompañar el "left myself behind", el "Lose my way" y ese "motoring" con aires de the Cure, con nuestra pose más londinense.

La noche hubiera sido maravillosa si a Fangoria se le hubiera olvidado vender discos y se hubieran centrado un poco en divertir al personal; Un festival es un lugar ambiguo en el que entre el público, más que incondicionales de un grupo hay gente variopinta que va a pasárselo bien, o a descubrir grupos nuevos... y supongo que como a nosotros, a ellos les hubiera gustado más retraerse a los tiempos en los que nos pasábamos la vida moviendo la tibia y el peroné, o preguntándonos: ¿a quién le importa lo que yo haga? Además con tanto playback y ese ballet de desfile de instituto acabamos de perder la noción del tiempo y por un momento no sabíamos si el ministro Wert había aprendido a apalear los sintetizadores, si estábamos en uno de esos cutreespectáculos típicos de Benidorm, o si definitivamente, nuestra adorada bruja avería había cumplido su deseo de convertirse en un bote de Colón.

Por lo que dicen, Mario Vaquerizo remató la fiesta con ese "sutil insulto" que las nancys rubias hacen del "I love it" de Icona Pop; Por suerte, para entonces, nosotros ya estábamos viendo el Cenit de Standstill... con ellos volvimos a la senda de la luz y a "tocar el cielo" con esa mezcla entre temas de su nuevo y maravilloso disco y ese pasado que culmina ese plan que teníamos de escapar hacia adelante (como Bonaparte); con el 1, 2, 3 luna llegó el resplandor definitivo; Ojalá ella hubiera tocado el piano, o el nunca, nunca, nunca, se hubiera convertido en siempre, siempre, siempre. O al menos, hubiera durado un buen rato más para no haber tenido que sufrir el momento Simian Mobile disco que vivimos; Esperemos que a la siguiente la organización aparque esos ratos de dj´s experimentales que no aportan nada; En definitiva, parafraseando a Standstill: romper un silencio, así, no debería tener perdón.

Suerte que duró poquito el suplicio y que el concierto de Grises empezó pronto... Nuestros niños (y niña) se han hecho mayores y los sueños que se esfumaron de su nombre inicial, deben haber empezado a hacerse realidad. Como la vida misma, entre el blanco y el negro hay un millón de tonos grises que ellos reflejan en su combinación de sintes y guitarras. Los de Zestoa, ya no son un grupo de un par de canciones, y, a parte del Parfait y el plástico eléctrico su nueva frecuencia soviética combinada con una parte del hombre bolígrafo transmite un equilibrio representado en esa canción "Peterpanera" en el que anuncian a los cuatro vientos de Wendy que aunque hayamos cambiado, seguimos manteniendo esa esencia foals que hace que, después de todo, sigamos nutriendo nuestro espíritu libre  sintiendo que todo es (casi) perfecto; 



Tan bueno fue el último concierto, que el buffet libre lo reservamos para el hotel, al fin y al cabo, con el inicio de la sesión comprobamos que el setlist se iba a parecer bastante al del SOS, así que, nos encaminamos hacia el Low Cost 2014 con la sonrisa que siempre nos contagia esa extraña mezcla de sensaciones que Benidorm provoca.



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