lunes, 28 de noviembre de 2011

BBK Live 2011 (el sábado)

He tardado en escribir del sábado... supongo que esperaba que la perspectiva que da el paso del tiempo me quitara el regusto amargo que me dejó este tercer día de festival. Pero no. Me pareció una mierda entonces, y me lo sigue pareciendo ahora.

Y éso que la tarde empezó bien con el "blues duro" de Seasick Steve. El exmendigo dejó boquiabiertos a los presentes con la intensidad de sus canciones... pero fue un espejismo. "Les Savy fav" evocó a aquellos tiempos en los que NOFX o Pennywise triunfaban, pero en una versión madura que la verdad resultó sumamente cansina.

Las siguientes dos horas fueron soporíferas. Primero Carlos Tarque y sus mercenarios nos ofrecieron una selección de seudocopias de Miguel Ríos. Puestos a plagiar mejor tirar de la Steve Miller Band, creo yo. No sé lo que le ve a M Clan la gente; para mí es una orquesta, de esas que van por los pueblos, con versiones seleccionadas. Y lo propio, como se demostró en el BBK Live, es una jodida mierda. Y digo mierda, porque Tarque se pasó el concierto llamándonos cabrones y soltando improperios de todo tipo... con lo guapo que está calladito.

Algo parecido le pasó a Jared Leto. Si eres una tía y estás salida puede que verle te despierte alguna sensación, pero, a los demás, 30seconds to Mars no nos generó más que bostezos. Si canto yo lo que cantó el cantante guapito me corren a hostias. Y ese ego exacerbado, y los largos speeches, y esas dos canciones horribles en plan cantautista... bufff, creo que es, sin duda, el peor concierto que he visto en mi vida. Y ya cuando he leído que es un referente para los adolescentes o que ha vendido no sé cuantos millones de discos, no sé: así va el mundo.

A partir de ahí empezó el tercer día de festival. El mal sabor de boca que nos dejaron los "teloneros" hizo que fuera difícil degustar la exquisitez acústica de Jack Johnson. Supongo que los organizadores no pensaron en que llevábamos 3 días de pie y que, a lo mejor, no era el mejor momento para ver al Hawaiano surfista. Pero, a pesar de todo, el bueno de Jack tiene un buen rollo contagioso que dibuja una sonrisa a cualquiera (aunque llueva...).

Lo mejor de la noche llegó a eso de las 12. Por fin un toque setentero, barbas largas, camisetas negras y guitarras eléctricas. Los black Crowes amontonaron a un sinfín de viejos rockeros, de esos que nunca mueren y al son de temazos como "good morning captain" o, sobre todo, "Hard to the handle" despertamos del letargo y, de paso, ejercimos de profesores de música con unos adolescentes degustadores de lo bueno en potencia.

Y para cerrar el festi: los Chemical brothers. No es que yo sea muy discotequero y el Xirimiri no acompañaba a la hora de disfrutar. Pero a esas horas se agradece la contundencia (sea o no electrónica). Así que... "every go" y a simular el baile de San Vito bajo el agua hasta que una llamada de teléfono acabó con mi festival.

La música dio paso a la mística musicalidad  del abrazo sin cobertura y agoté mi batería escuchando el sublime acompasamiento de las palabras de una diosa.

Otro año más y mejor.
Bye2

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