lunes, 28 de noviembre de 2011

Mapas

Sigo escuchando lo nuevo de Vetusta Morla "mapas". Esta vez, todo seguido, sin incursiones ajenas y sin las valoraciones de inventario de los eruditos mediatizadores.

El segundo disco suele ser una prueba de fuego: aparecen los detractores, los que ya no te quieren porque ganas más de lo que "deberías" o porque, supuestamente, te vendes o te vuelves repetitivo. No es el caso, más que nada porque al escuchar "mapas" se intuye que los madrileños han aparcado el ego acumulado de estos dos años de éxitos y se han dedicado a ampliar los días (que les quedan) en el mundo. 

Con el atlas del 5x4 habitual de sus excelentes percusiones y un plano de letras enrevesadas e inteligentes, de esas que tanto dan que pensar, han combinado sutileza y distorsión en un cóctel que sabe añejo y fresco a partes iguales.

Supongo que, al igual que en su primer gran éxito nos costará varias escuchas descifrar el mensaje de cada canción. Pero de momento, el nuevo disco deja evocaciones al pasado como "los días raros" o "cenas ajenas", dosis de ternura en temas como "maldita dulzura" (que algunos ya conocíamos) o "canción de vuelta". Partes de sugestión positiva para los fácilmente influenciables como "mapas" o "lo que te hace grande", otras que te atrapan en la primera escucha con frases que conectan automáticamente con tu subconsciente: "A mitad de la tormenta, llegó el mal de altura" o la burlesca excentricidad de "el hombre del saco"  y, claro, melocotonazos como "baldosas amarillas", sin duda el primer gran éxito que tendrá este disco.

Personalmente: "escudo humano" me parece la canción más Vetusta Morla: intensa, con una letra positiva e interesante y más cercana a su directo vehemente que a la parte acústica que tanto les gusta mostrar. Y "mi suerte" puede ser la muestra extravagante de lo que puede ser el futuro de la banda, o quizá no es más que un experimento, pero  a mí me gusta, porque demuestra que Vetusta es mucho más de lo que todos conocemos.

Es evidente que no es la última vez que voy a escuchar este mensaje en morse con trampa. Supongo que reharé los mapas dependiendo del momento en el que decida repetir la escucha. Creo que en el siguiente mortal seguiré las baldosas amarillas que conducen a la ecuación descifrada en la que hoy hemos empezado a trabajar. La proyección, no ha hecho más que empezar.


Bye 2

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