Sin resacas, ni clavos, ni remordimientos...
Han pasado 3días y sigo en mitad de un festival de música independiente; El lunes fue una fusión china y cubana regada con copazos de cubata. Ayer la versión sobrehidratada del sentimentalismo mezclado con el frescor cafeínico de una Guinnes... en definitiva, acordes de realidad aderezados con las dulces voces de la parsimonia.
El mundo al revés se ha transformado en lo cotidiano. Aníbal (el del equipo A), no tendría frase en mi particular serie diaria. Los planes son una utopía que dura 5minutos escasos en mi agenda. Y creíble o no, más o menos divertido... tiene su punto. Encontrárselo depende de la manera de enfocarlo todo. Podría deprimirme o ser un feliciano de esos que viven a dos palmos del suelo; pero empiezo a pensar que soy un poco insensible, que la inflexibilidad es la única herencia que extraigo del pasado y que sólo me queda dejar que pase el tiempo para saber lo que me deparará el incierto destino que avisto desde esta recaltrizante ambigüedad.
Es lo que hay... o te amoldas a lo que te rodea o eres un infeliz. O no. Yo creo que es más una cuestión de buscar en tu independencia el punto exacto de afecto que necesitas, el riesgo y la aventura, tu espacio, tus gustos y tu particular forma de definir el placer. Y no esperes que alguien sienta lo mismo; se puede parecer, incluso te puede hacer pensar que sois almas gemelas, prometerte un futuro lleno de auténticas e interminables aventuras... pero luego nunca nada es para tanto, entre otras cosas, porque como bien me ha dicho una amiga despechada hace un momento: habiendo un millón de tíos en el mundo para que obsesionarse sólo con uno; el problema no tiene que ver con lo sentimental que puedas llegar a ser, ni con lo enamorado que puedas llegar a estar... es que somos lo suficientemente egoístas para creer que en todo momento merecemos lo mejor, y "la hostia" es un término ambiguo que cambia de definición dependiendo del momento y de la puta costumbre que todos tenemos de comparar las cosas. Y los demás, no tienen porque entenderlo.
Al final, la ingenuidad nos hace dependientes...
La letra de una canción puede inspirarte o ayudarte a buscar una solución a lo que crees un problema o una duda... pero describe sólo un momento determinado que no te ha pasado a ti. 10.000 personas pueden cantar y bailar un tema deprimente de Love of lesbian, Shuarma, los planetas o Sidonie, expulsar sus particulares problemas berreando y molestando al purista que busca la interpretación exclusiva del autor real de la letra; pero la canción dura lo que dura y aporta lo que aporta, ni más ni menos. Destaca en un repertorio, dentro de 100repertorios de 100grupos diferentes; tiene su momento, nos alegra ese instante... pero el concierto sigue. Y entre tanto grupo, puedes disfrutarlos, descubrirlos, o ser un pesimista y echar de menos a los que no están (Vetusta, Dorian, Iván Ferreiro...)
Personalmente, pienso que uno debe saber disfrutar lo que tiene delante. No pensar en ir a coger sitio al escenario 2, o elucubrar sobre el sueño que tendré si no me echo una siesta, o perder el tiempo engominando tu flequillo, rumiar las resacas que aún no tienes, ilusionarte con el polvo que aún no has echado, o perderte un buen concierto porque estás pidiendo, o porque crees que has ligado (aunque ese flirteo te deje sin la mejor actuación del Sonorama).
El mundo es como un festival. Un sitio lleno de gente, en el que añoras a los que no están, en el que nada es suficiente y todo el mundo es altruista para lo superfluo y egoísta para lo importante, en el que todo el mundo ahoga sus penas gritando o hartándose a cervezas u otras sustancias menos recomendables, en el que todos hablan pero pocos dicen algo... pero merece la pena estar allí: olvidar, recuperar fuerzas quemando las pocas que te quedan, encontrar 4 o 5 personas que merezcan la pena (es lo que tiene la exaltación de la amistad y de todo lo demás...)y disfrutar, aunque sólo sea de la compañía, de un grupo, de una canción, de un momento fotografiado...
Merece la pena;
Y siguiendo con mis recomendaciones poppis: hoy es el turno de Lory Meyers;
Bye 2
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