lunes, 28 de noviembre de 2011

Óscar al aburrimiento

& the winner is... ¡qué coñazo!

Se ve que todo se ha vuelto previsible, que la innovación ha pasado de moda y que el espectáculo no es más que una forma de publicitar lo que la rutilancia es incapaz de transmitir.

El ombligo dorado del mundo ha perdido grandilocuencia y con tanta prohibición es complicado ser gracioso o atraer a una muchedumbre hastiada de las grandes proyecciones; demasiados egocéntricos interpretándose a sí mismos a cambio de la friolera de unos cuantos milloncejos de dólares, los guiones plagados de analogías de lo que otro contó antes, los mismos planos, la misma dirección inconexa de la repetición, el final feliz y las perdices que sólo degustan los que pierden perspectiva aislándose en una mansión rodeada de casas más grandes.

Por suerte, la envidia no forma parte de mis pecados capitales. Y soy un ignorante de la cinefilia. No entiendo de planos y secuencias, ni me he metido en la piel de un actor que muta su piel para transformarse en algo que nunca fue; no resto mérito a nadie, porque el miedo escénico es un mal demasiado extendido; pero la omnipotencia de los reyes de arena vestidos de Prada me saca de quicio.

Será que encuentro más apetecibles y accesibles unos vaqueros y unas zapatillas cómodas que toda la parafernalia distribuida por un contorno, supuestamente, perfecto. Y quizá, por eso, el premio que más me ha alegrado esta noche es el de Natalie Portman, porque desde el desconocimiento, he visto fotos suyas con Converses y camiseta, o con el pelo rapado por comodidad... y sí porque  aún así su belleza seguía siendo indiscutible;


Lo demás fue como una quiniela de esas en las que no es difícil acertar la mayoría de los signos finales. "el discurso del rey" es una gran película; Tuve la suerte de verla en V.O y me pareció aún mejor. La interpretación tartamudeante de Colin Firth interesante y, sí, digna de un Oscar.

Descubrir como surgió lo de Facebook, tampoco estuvo mal; y la recreación de uno de mis cuentos de ficción favoritos (Alicia en el País de las maravillas)  y nada menos que contado por Tim Burton... guau; El cisne negro no me parece para tanto, pero no soy objetivo cuando la Portman está presente, 127 horas me parece una versión aireada de Buried, y Origen no es más que otra superproducción americana;

Pero creo que los Oscar se han convertido en la representación fehaciente del chominismo americano; Y el hecho de que sean incapaces de darse cuenta de que el resto del mundo cuenta historias mucho más entretenidas, divertidas e, incluso, sensibles me repugna; Por no hablar de las secuelas, los remakes y las transformaciones que sufren los mejores directores de Europa cuando cruzan el charco.

La verdad, prefiero el cine español. Tendrá menos glamour, pero tiene mucho más MENSAJE;

Os dejo con Animal Collective.

Bye 2

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