lunes, 28 de noviembre de 2011

B.S.O

Hay martes de jaque mate...

Suena lo nuevo de Vetusta Morla en Radio 3, antes Coke Malla presentó su "termonuclear" y reconoció su profunda admiración por Iván Ferreiro (fan, a su vez, en su adolescencia, de los Ronaldos). Catpeople también está de estreno. Y en breve tendremos novedades de Radiohead, Chemical, Beastie Boys, Hola a todo el Mundo, Copiloto... los Pixies se plantean volver a entrar a un estudio...

Y con el Viña Rock humeante: Murcia se prepara para ser el enlace con el BBK, el FIB, Lisboa, el Sonar y las lanzaderas locales (Sonorama, Contempopránea, Ebrovisión). Por no hablar de las giras y las sugestiones de todos esos grupos que los indies agazapan hasta que la barrera de los 50.000 los "desvirtúa".

La radio fue siempre mi electrodoméstico favorito. Y ahora, modernizado, me siento ante la pantalla del ordenador a navegar entre las olas de los entresijos de plasma de los desconocidos que me aportan tanto sin exigir nada a cambio. Mi imaginación viaja sin tocar el suelo de Albacete, A Coruña, Girona, Valencia, Granada, Madrid, Zarautz... y el regocijo me encaja entre una serie de letras que saltan de mi teclado a la pantalla, acidando una parte de la realidad y endulzando la ironía de lo que viene y va.

Sin música, la vida no tiene sentido. Acumuladas en el "incoming" pasan desapercibidas, recomendadas por los dj´s ocasionales del Facebook puedes ser un Américo Vespucio moderno gritando: !tierra¡ Da igual; todo depende del momento, de la letra que identifica la parte de la realidad que compartes con ese creador eventual que pone a tu servicio una parte de su biografía particular para que aprendas a contar lo que tu lenguaje más esencial no sabe expresar.

Noto cuando se para la música o cuando un dj pasa de las sensaciones encontradas y da rienda suelta a su ego impertinente. Me encanta el momento de la selección y crear listas de reproducción dependiendo del momento. La capacidad de autofabricarme una sonrisa o una lágrima, la incitación a la ira o al bote, o al berreo, o a la solemnidad del pensador de Auguste Rodin.

La gente admira al creador e indaga en su vida, sus datos, el porqué y el cómo; A mí me valen los 3, 5 o 10 minutos de inspiración que tuvieron o que, más bien, nos dedicaron. Si algo de sensibilidad me queda es gracias a la música. Y me alegro que las circunstancias demuestren que ni Sindes, ni los piratas cibernéticos, ni nadie puede acabar con la B.S.O de mi mundo.

Bye 2

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